Natyurmort

Ya no es lo mismo que hace pocos años,
el mismo día conservado en mí…
No caía un crepúsculo en mis daños,
no entonces, ni tampoco ahora así.

El barómetro dice la verdad,
su mente acierta en la temperatura,
y estando yo ocupada en la bondad,
insaciable la niña en su figura.

Distingo a natyurmort en mi paisaje.
Está la misma humana en el correo,
que no ha rajado el sobre ni el mensaje,
temiendo cartas tristes, mal trofeo.

Misma blancura del vacío al mar.
Bañista que abrazada al mismo faro,
cruzando estrofa y verso al declamar.
Brumosa tierra y gloria sin reparo.

Bañista y mar, el pez y las gaviotas,
miel oxidada y su aguijón unido,
mi sacrificio y pena aquí en mis notas,
las huellas de la niña que hubo sido.

Recuerdo mi dolor en esa huella,
hasta el alba escribía en mi cuaderno.
Camino lento adonde aún resuella,
pocos años atrás, un cruel infierno.

“Escribes todo”, río con virtud.
Déjalo ahora y salte de esa vida.
Cómo lamento nuestra juventud.
Y niña cómo absurdo vas vestida.

Qué vana es cosa fácil lo ostensible,
tendrás amor, tus libros y Victoria.
La víspera del daño es tan terrible.
Calmarme sí, lo sé. Verdad y gloria.

Con las personas eres arrogante.
Imposible que sepas de tus sellos.
En crueles eslabones de runflante,
tu culpa llorarás delante de ellos.

Corres huyendo a salvo de problemas
Teme a la vanidad mortal, tu exceso,
Dices algo importante en tus fonemas,
pero yo, tú, no puedo oír nunca eso.

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