Palabra
Mientras padezco juventud tan lenta
caigo en el desacato y la tristeza
escribo mis poemas con pobreza…
Borrarlos piden, gente descontenta:
—”Rómpelos, solo dices tu palabra,
el verso te ama, más tu vida arruina”
—Así me ha escrito un chico de Argentina.
—”tu verso simple es tan vacío, no abra”…
En las tinieblas de otros individuos,
buscando a tientas luz, palpando el vaso
y tropezando en aire del fracaso,
yo me acordé del Sur y los residuos.
Con la vergüenza por derrota y llanto
muriéndome con cada estrofa ciega,
recordaré al muchacho por si llega
alguna vez de la Argentina el canto.
Que de hecho vive allá un muchacho grande,
extraño, que habla así mirando al viento,
cuando los fuegos de los astros siento
y el hielo en mi garganta se me ablande.
En el silencio de la tierra oculta,
extraño me resulta conocer
que exista un chico al sur del conmover
que me acompañe en mi palabra adulta.