Para el creyente de la fuerza del destino
La gente que comenta así la cosa
cubre gris su existencia intolerable,
vive oscura su historia tan variable
creyendo su mentira tan pomposa.
Yo discrepo de voz que es tan brumosa,
traza planes buscando aquello fiable,
excusa en el azar su vida inviable.
¡Falta el temple vital de hazaña briosa!
Las metas se consiguen con esfuerzo,
piedras rotas dejando en el camino,
con brío de volcanes yo lo tuerzo
Viajo atenta en la senda del espino
Albañil del sendero con refuerzo,
Diciendo: “¡¡Yo gobierno mi destino!!”.