Madre

Debería quedarme con mi madre,
—sin embargo la casa está ya obscura,
el camino de entrada no perdura
y la madre se fue ya de esperarme.

Y no pensé en aquello cuando ya años,
que la luz continuaba por el atrio,
regresando a la madre, sin un ramo,
ella oró que volviéramos sin daños.

Rezó la madre a Dios por bellos hijos
nos pidió por amor y la alegría,
por nuestra vida, bendición vertía,
evitando amargura y revoltijos.

Debería quedarme con mi origen,
—sin embargo ya está ausentada y duerme.
Las heridas de ahora son, creerme,
sin sentido sanar, crueldad ya infligen.

Si la senda a la madre permanece,
y la luz encendida está en la puerta,
¡a la madre visita así despierta!,
y que esa luz de casa no obscurece.

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