Ella estaba ahí
Debo haber muerto. Cierro el ojo y la veo.
Debo haber muerto, soy tan tímida, sí.
—¿Adónde estoy antes que ella?
Ella estaba en Zheleznogorsk
y ayer lo supe, no solo allí.
Mi verso escrito y cantado
al norte de la naturaleza lejana.
Pensé: «solo un poco y allí estaría.
En mis pies descalzos, yo estaría en ti…»
Escribí en vano «El minuto del silencio»
— A ella profundamente no le importa
lo escrito en aquel cuaderno.
Seguí componiendo versos… — pensé que estaba más cerca,
sobre el sur y sobre quien solía estar con ella,
como Silvina en Flora Alejandra Pizarnik…
Pero, ¡qué le importa a ella!, ella estaba en Zheleznogorsk,
la misma Anna Ivanova Chujareva me lo ha dicho.
Salí de mi oficina en la mazmorra, aunque en general no tenía derecho.
Me senté a buscar diccionarios, con reflexión y con miedo…
El príncipe payaso observando mis pasos respira en un rincón.
Pero, ¡qué le importa a ella! Si ya está en Andorra
— Ens parlen diferents llengües de nou …
Cuando llegue, le diré en catalán:
«Si us plau, senyoreta.
Serà, així serà,
Que no li escriuré mai més!»
Pero, ¡qué le importa a ella! Si ya está en Calais
La Frida Kahlo de mi centro me interrumpe diciendo:
«Me di cuenta y me dije:
— ciertamente no puedo,
seguirle el ritmo no,
porque ella está aquí hoy, y mañana en Brasil.»
Sí, me metí en problemas, sí, ¡me metí en problemas!…
La lechuza sabia me confronta en la punta de mi nariz
¿Quién estuvo con ella antes y quién estará después?
El espejo me responde:
«Our bed is a subway station. »
Cuando te fuiste, me encerraron aquí,
como completamente loca
como esas chicas que salen de noche…
Me quedo con la locura y la desesperación…
¡Déjalos intentar, prefiero esperar!