Despedida

Y por último,
te diré: adiós,
no te comprometas con el amor.


Me estoy volviendo loca,
o es ascender a un alto grado de locura.


¿Cómo amabas? – sorbiste la muerte.
No en este caso.


¿Cómo amabas? – Arruinaste,
pero arruinaste tan torpemente.
La crueldad de una señorita…


Oh, no hay perdón para ti.


El cuerpo está vivo y errante,
ve la luz blanca, pero mi cuerpo está vacío.
El templo todavía está haciendo un poco de trabajo.
Pero las manos cayeron,
y en bandada, oblicuamente,
los olores y los sonidos se van.

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