Perdón por el amor
Mira, tenías razón, ya no me duele. Y un corazón sin ti está llamando con calma. Escucha, me fui. Escuché.
Mira, tenías razón, ya no me duele. Y un corazón sin ti está llamando con calma. Escucha, me fui. Escuché.
Nos buscamos en historias que miramos,la distancia de pixeles acechantes,y las almas, solitarias y vacantesen inútiles intentos nos volcamos. Requerimos.
De alguna forma extraña convertistetu mundo escaso en núcleo del mío,siguió mi ruta errónea lo umbrío,perdido el libre arbitrio, me.
Pasará, tú verás, decidido ya el todo,los segundos, los años, y tú has de abrazarme,un millón de razones por no.
Me haces daño y ya vuelvo a fumar,ese cigarrillo, el cigarrillo que me diste,pero que me gustó.Tiene un efecto perjudicial.
Eres impecable, eres imprudente,pero ciertamente no estás buscando una reunión.Y tan inhumana,sin fin, que noche… Abro tus páginas en la.
Negro – negro – coche negro. Un abrigo negro tan de moda,algún día negro, se convertirá en cenizas.En esta ciudad.
Crisantemos blancosme traes sin bufonadas,como si arrancaras del cielola Estrella Negra de la Navidad. Hojas blancas, no pongo reparos,me duermo.
En los montes del norte del frío, / recorriendo atrevida la altura, / de la Iberia en Laurasia a Siberia. / Libertad de roca.
Destinada a cumplir mi albedrío, / es mi verso un camino que abjura / del seguro camino en materia. / Libertad que invoca.
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