Aprender

Y no lloréis por mí, seré atrevida,
igual que un reo amable yo me fío,
la niña helada va hacia al norte frío,
poeta errante enferma, ya es mi vida.

Y no me lloren, sobreviviré,
salí desnuda y sin verguenza ardí
seré nutrida nuevamente en mí,
y cual borracho me pondré de pie.

Y no lloréis, seré la niña exacta
que fué educada en poesía en tallas,
será labor borrar lo escrito y fallas,
mis manos saben despejar el acta.

Amigo, no me muestres indolencia
y ten misericordia de esta hermana,
debajo de mi estrella y signo emana
piedad por mi razón y la imprudencia.

Y no me lloren viviré ya eterna,
quizás allá en el cielo y mis estrellas,
de alguna forma brillaré fraterna.

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