Tú eres mi carta
Tú eres mi carta, niña, no se doble
no te marchites, cielo, no te pliegues,
lee llegando al fin y no reniegues,
voy tan cansada, siendo extraña innoble.
Yo en tu camino como ajena y rara,
nunca con ceño ajado, mire tu ira.
Soy la que te ama, soy la que te admira
ni campesina o reina, más te ampara.
Ni una novicia en este gris vestido.
Voy con tacones altos, voy de noche
cuero gastado el miedo ya vencido.
Eres mi carta oculta en este coche,
no te lamentes por el dulce nido,
ponla guardada allí sin un reproche.