Versión para la canción
[Verso 1]
Camina ella en un campo encendido,
las flores cantan al viento perdido.
Sus pasos rozan la tierra y sus llamas,
un eco antiguo que en sombras se derrama.
[Coro]
¿Dónde vas, viajera, cruzando el abismo?
¿Buscas la luz o te guía el espejismo?
El cielo rojo, el misterio floreciendo,
y el alma danza, su ritmo va tejiendo.
[Verso 2]
Las colinas susurran secretos lejanos,
el sol se esconde detrás de los arcanos.
Ella escucha, sus ojos se llenan de estrellas,
y el horizonte dibuja formas bellas.
[Coro]
¿Dónde vas, viajera, cruzando el abismo?
¿Buscas la luz o te guía el espejismo?
El cielo rojo, el misterio floreciendo,
y el alma danza, su ritmo va tejiendo.
[Puente]
El tiempo calla, se disuelve en amapolas,
y ella sigue, sin mirar hacia sus olas.
Un fuego interno la consume en su camino,
mas sigue andando, no encuentra su destino.
[Coro final]
¿Dónde vas, viajera, al borde del ocaso?
¿Llevas un sueño o temes dar el paso?
En campos rojos, el misterio te reclama,
y ella danza, su espíritu la llama.
Versión en Alejandrinos
Ella en un campo de amapolas
Por campos de amapolas camina, libre y suave,
el aire la acaricia, murmullo que no sabe.
Sus pasos, leves sombras, dibujan un sendero,
y el cielo, rojo y denso, la envuelve prisionero.
Las flores se reclinan, un coro en su plegaria,
sus pétalos son llamas que abrazan la distancia.
Y ella, en su mirada, refleja algún secreto,
un eco de memorias que lleva en el amuleto.
¿Adónde vas, viajera, en este sueño extraño?
¿Persigues ilusiones, temores, o un engaño?
El campo arde en rojo, cual fuego del olvido,
y el alma se sumerge en un fulgor perdido.
Los vientos se arremolinan, susurran viejas quejas,
historias de otros mundos que cruzan por las rejas.
El sol, como un testigo, se esconde entre colinas,
su luz apenas brilla, detrás de las cortinas.
Mas ella no se frena, camina entre la bruma,
su sombra se diluye, envuelta en una espuma.
Las amapolas tiemblan, cual llamas temerosas,
y el campo se transforma en tierras misteriosas.
¿Adónde vas, viajera, en este sueño extraño?
¿Persigues ilusiones, temores, o un engaño?
El campo arde en rojo, cual fuego del olvido,
y el alma se sumerge en un fulgor perdido.
El tiempo se detiene, su marcha es un suspiro,
y ella, silenciosa, se entrega a su delirio.
No hay norte ni camino, ni puerto en la tormenta,
mas sigue con sus pasos, la flor siempre atenta.
¿Adónde vas, viajera, en este sueño incierto?
¿Te guía alguna estrella o un mapa ya desierto?
En campos de amapolas, el fin es un misterio,
y ella danza etérea, perdida en su hemisferio.
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