Conjuro
Y no me llores nunca, que viviré contenta,
como alegre mendigo, buen convicto obediente,
una mujer sureña, va al norte tan friolenta,
bruja ruin desde el Volga, de aquel nido indecente.
Viviré, no me llores… con fallas en mi voz,
esa que usé en al atrio, como ebrio en el mantel
y con mi sello intacto, siendo su portavoz,
dócil haré los íconos de María fiel.
Y no me llores nunca, yo viviré en los versos,
la alfabetización mostrada por la niña,
que difusa mañana mis poemas perversos.
Este cabello pardo, vivirá en cada riña.
Viviré con mi hermana, mi amiga compasiva,
en la honrosa imprudencia militar de la muerte,
pero bajo mi Estrella, o Madre comprensiva,
yo, de alguna manera, sí viviré a mi suerte.