Inauguración de una casa
La gente dice:—Tú te ves tan triste…
y yo les digo:—Siempre voy feliz.
Respondo a mis amigos, sin alpiste:
— La risa es vida y pena es mi desliz.
Así lo triste inauguró mi casa,
fui tan alegre como mi mirada,
la tormenta de ayer ya no me abrasa,
ni al cielo, ni al jardín de mi morada.
Y cuando el frío hielo invade mi alma,
lágrima tiembla al llanto del mal clima,
si el viento empuja y trae un claro en calma,
entonces soy feliz, la luz me anima.
Otoño trae el tiempo de lo ajado,
se marchita la piel de mi niñez.
Huraña, no me agrada el ruido hablado,
no es alegría fiestas ni embriaguez.
Y riendo, me pregunta a mí un amigo:
¿Por qué lloro?, si todo está ya en calma,
es claro y no es oscuro como digo…
— La lluvia va por dentro y junto a mi alma.