En un bote ligero en un río ruidoso,
cantó una niña con una bufanda colorida.
inclinándose por la borda de la angustia,
rompió la carta en pedazos.
Y luego, como un remo de un bote,
ella se deslizó hacia el fondo oscuro.
Se hizo silencio y se hizo luz,
como si se abriera una ventana en el paraíso.
Marchando al fondo
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