Volver a conocer la lumbre
Lluvia en la cara y las clavículas,
truenos sobre los mástiles.
Me pasaste como una tormenta a un barco.
Si será, otra… ya no quiero saber,
si me romperé el dolor o atraeré la felicidad.
Estoy a la vez asustada y alegre, como ese barco…
No me arrepiento de haberla conocido.
No tengo miedo de amar.
Bello poema.