Testamento I
Recuerdo que alguna vez yo fui
el soplo del viento en la mañana
y la arena, y la tierra, y su aroma,
y el son del sol que sabe el camino.
Y todo estaba bien como estaba.
Recuerdo que estaba en otra vida,
que era un poco de este mundo, yo era,
que amé como solo una niña ama
a su amada madre y estaba bien.
Recuerdo que fui el árbol que se abre
en primavera y que abierto espera
a los ríos y a la abeja reina
que su transparente miel regrese.
Y yo estaba bien como así estaba.
Recuerdo que fui pobremente otro
ajeno eslabón de estas cadenas,
otra mirada, pero es lo mismo,
otra forma de decir que amaba.
Y estaba bien, así como estaba.
Pero he de volver aquí mañana.