Lluvia y jardín
En Lluvia y Jardín, Desentraño el valor de la escritura poética ante la realidad de un hecho cotidiano y su relación con lo onírico.
En Lluvia y Jardín, Desentraño el valor de la escritura poética ante la realidad de un hecho cotidiano y su relación con lo onírico.
Llegó ella valiendo la pena.Con quince veranos sonriendo,— y ¿cuál es tu edad? — le pregunto:— serán en agosto mis.
—Tus años — son montañas, — Tu tiempo — es real como la sobra — ¡Bobo!, pero el amor sí.
Lluvia en la cara y las clavículas,truenos sobre los mástiles. Me pasaste como una tormenta a un barco. Si será,.
Me conviene más recordar que tener.Cuando este momento y el momento pasadose unen como el azote del nitron,su sonido común.
Creo que alguien está jugando conmigo.Y me parece que lo he adivinadocuando de nuevo, irónica y sutilmente,la escarcha y el.
Y no lloréis por mí, seré atrevida,igual que un reo amable yo me fío,la niña helada va hacia al norte.