Snegúrochka, la Doncella de Nieve
La doncella de nieve
¿Qué fue lo que la atrajo al fulgor de la hoguera?
Mejor sería el río su lecho de consuelo,
o bajo las pisadas de un corcel al trasvuelo,
habría hallado el fin si en sus patas cayera.
Pero alzó su vestido azul cielo radiante,
los pies de nieve expuso; su imagen ya no está.
Como un sorbo que fluye del hielo titilante.
Tan pura se fundió con el aire y ya va.
El fuego siempre juega con almas que lo buscan,
la llama nos seduce, ardor de un viejo azar.
El brillo anaranjado que al paso nos obstruya,
es guía y es castigo, nos lleva a caminar.
Al ceder el ardor, la materia deshace,
y el cuerpo deja el ser, así ya fue el pasado.
La chispa de la vida el deseo deslace,
y en el calor del fuego el destino armado.
A más arde la llama, el alma se enaltece,
más danza el fuego vivo, su giro nos atrapa.
De nuevo, el sacrificio en su ardor nos envuelve,
confiamos nuestra vida al calor de su capa.
El humo, en su vaivén, la figura difuma,
borra entre gris y sombra lo que antes existió.
¿Seremos aire libre que al cosmos se consuma,
o cenizas eternas que el viento abandonó?
Снегурочка
Что так Снегурочку тянуло
к тому высокому огню?
Уж лучше б в речке утонула,
попала под ноги коню.
Но голубым своим подолом
вспорхнула – ноженьки видны –
и нет ее. Она подобна
глотку оттаявшей воды.
Как чисто с воздухом смешалась,
и кончилась ее пора.
Играть с огнем – вот наша шалость
вот наша древняя игра.
Нас цвет оранжевый так тянет,
так нам проходу не дает.
Ему поддавшись, тело тает
и телом быть перестает.
Но пуще мы огонь раскурим
и вовлечем его в игру,
и снова мы собой рискуем
и доверяемся костру.
Вот наш удел еще невидим,
в дыму еще неразличим.
То ль из него живыми выйдем,
то ль навсегда сольемся с ним.
Snegúrochka
¿Qué tanto atraía a Snegúrochka
hacia ese alto fuego?
Mejor hubiera perecido en el río
o bajo las patas de un caballo.
Pero con su dobladillo azul
se alzó, mostrando sus
pies—y ya no está. Es como un
sorbo de agua descongelada.
Qué puramente se mezcló con el aire,
y terminó su tiempo.
Jugar con el fuego, esa es nuestra travesura,
nuestro antiguo juego.
El color naranja nos atrae tanto,
no nos deja pasar.
Al ceder ante él, el cuerpo se derrite
y deja de ser cuerpo.
Pero más avivamos el fuego
y lo involucramos en el juego,
y nuevamente nos arriesgamos
y nos entregamos a la hoguera.
Nuestro destino aún no se ve,
todavía indistinguible en el humo.
¿Acaso saldremos vivos de él
o nos fundiremos para siempre con él?
Después del poema
Si se desea saber algo más
Raíces folclóricas y orígenes de Snegúrochka
Snegúrochka tiene sus raíces en el folclore ruso y la mitología eslava, donde las fuerzas de la naturaleza y las estaciones del año se personifican en deidades y espíritus. Como «Doncella de la Nieve», Snegúrochka refleja la conexión espiritual que los pueblos antiguos sentían con el invierno, un periodo tanto de belleza como de desafío en climas fríos.
En los cuentos populares:
- Nacimiento mágico:
Snegúrochka generalmente nace de la nieve, esculpida por una pareja de ancianos que desea tener un hijo. Su creación está envuelta en un aura de magia, simbolizando la esperanza y el poder del amor incluso en la adversidad. - Naturaleza efímera:
Su existencia está condicionada al invierno. En el verano, Snegúrochka se derrite o desaparece, enfatizando la idea de que algo tan puro y mágico no puede sobrevivir fuera de su elemento natural.
Evolución literaria y musical: de Ostrovski a Rimski-Kórsakov
El personaje adquirió una dimensión más compleja y poética en Snegúrochka: La doncella de nieve, la obra de teatro de Aleksandr Ostrovski (1873). Ostrovski toma el núcleo del mito folclórico y lo enriquece con simbolismos más profundos.
Origen divino
En la obra, Snegúrochka es la hija del Rey Invierno (Ded Moroz) y la Primavera. Este linaje mezcla el frío severo del invierno con la calidez vital de la primavera, haciendo de Snegúrochka una figura ambivalente atrapada entre fuerzas opuestas. Su nacimiento refleja la lucha cíclica entre las estaciones y el equilibrio entre la vida y la muerte.
Conflicto interno
Snegúrochka desea experimentar el amor humano, un sentimiento que nunca ha sentido debido a su naturaleza mágica. Sin embargo, al hacerlo, su corazón frío se calienta, lo que resulta en su muerte (derritiéndose o desapareciendo). Este desenlace subraya el conflicto entre la naturaleza mágica y el mundo humano, así como el precio de desear lo que está fuera de nuestro alcance.
La ópera
Nikolái Rimski-Kórsakov adaptó la obra en una ópera (1881), acentuando el simbolismo a través de su música. Los motivos musicales representan las estaciones y los contrastes entre el frío y el calor, lo sobrenatural y lo terrenal.
Snegúrochka en la modernidad: icono de las festividades rusas
A partir del siglo XX, Snegúrochka se convirtió en un personaje central en las festividades rusas de Año Nuevo (Novy God).
Compañera de Ded Moroz
Ded Moroz, el equivalente ruso de Santa Claus, siempre va acompañado por Snegúrochka, quien simboliza juventud, pureza y esperanza. Mientras Ded Moroz representa la autoridad paternal, Snegúrochka añade un toque de calidez y magia.
Iconografía
Snegúrochka suele representarse como una joven de cabello rubio o blanco, vestida con un traje azul o plateado adornado con detalles que evocan el hielo y la nieve. Su imagen moderna combina elementos de la tradición folclórica con una estética festiva y encantadora.
El simbolismo trascendental de Snegúrochka
Snegúrochka está cargada de simbolismo, tanto en su origen folclórico como en su representación contemporánea.
- La fugacidad de la belleza
Snegúrochka encarna la belleza del invierno, que aunque deslumbrante, es temporal. Su desaparición al final del invierno refleja la naturaleza efímera de las cosas más bellas y frágiles. - El sacrificio por amor
Su elección de experimentar el amor a pesar de las consecuencias simboliza el sacrificio y la búsqueda de algo que complete la vida, incluso a costa de perderlo todo. - Dualidad entre lo humano y lo sobrenatural
Snegúrochka se encuentra atrapada entre dos mundos: el frío e inmortal de la magia y el cálido y transitorio de los humanos. Su historia puede interpretarse como una meditación sobre la incompatibilidad de estas dos esferas.
Mi motivación personal para construir estos serventesios
De los cuentos de infancia que recuerdo me relataba Mamoshka, hasta mis estudios de historia de Literatura Rusa, siempre me ha resonado como una meditación lírica y filosófica que entrelaza mitología, simbolismo y reflexiones ontológicas. Snegúrochka, la Doncella de Nieve, se convierte en un vehículo para explorar temas como el deseo, el sacrificio, la fragilidad y la trascendencia.
Ontología: la esencia en transformación
La existencia de Snegúrochka está marcada por su vulnerabilidad inherente. Su atracción hacia el fuego, el «alto fuego» que se convierte en su destino, simboliza una elección inevitable: la transformación a través de la autodestrucción.
La línea «И нет ее. Она подобна глотку оттаявшей воды» («Y ya no está. Es como un sorbo de agua descongelada») sugiere que su esencia, aunque efímera, logra una integración con lo infinito. Deja de ser cuerpo para convertirse en una idea, un fenómeno natural que fluye hacia lo universal.
Filosofía: el deseo y el riesgo
En el poema presento el deseo humano como una fuerza arcaica y peligrosa. La atracción por el fuego, representado por su color naranja, remite al impulso hacia lo prohibido, hacia aquello que desafía los límites de nuestra existencia.
La frase «Играть с огнем – вот наша шалость, вот наша древняя игра» («Jugar con el fuego, esa es nuestra travesura, nuestro antiguo juego») encapsula esta tensión existencial: el juego con el fuego no solo es peligroso, sino inherente a nuestra humanidad. Este «juego» define nuestra relación con el deseo y con la muerte como frontera de lo conocido.
Humanismo: fragilidad y valentía
En el poema no condenaría jamás a Snegúrochka por su elección de fundirse con el fuego. Lejos de reprochar su acto, lo celebro como una manifestación de valentía profundamente humana.
La pérdida de su corporeidad, el momento en que su «cuerpo deja de ser cuerpo», refleja el dilema humano entre proteger nuestra existencia limitada o abrazar la transformación para alcanzar algo superior. Este sacrificio es representado como un acto de entrega al destino.
Misticismo: la unión con lo absoluto
En su final, el poema describe la disolución de Snegúrochka en el humo. Este humo es tanto un símbolo de destrucción como de trascendencia, una metáfora de la conexión con lo inmaterial y lo eterno.
La incertidumbre expresada en las líneas finales «То ль из него живыми выйдем, то ль навсегда сольемся с ним» («¿Acaso saldremos vivos de él o nos fundiremos para siempre con él?») refuerza un tema central en el misticismo: la trascendencia es un salto de fe, no un acto de certeza.
Reflexión final
El poema Снегурочка no solo es una reimaginación del mito de la Doncella de Nieve, sino también una profunda exploración de temas universales: el deseo, el sacrificio, la transformación y la trascendencia. Este poema lo utilizo como un artefacto para levantar una metáfora de las elecciones humanas, recordándonos que, al igual que ella, todos enfrentamos la atracción del fuego. Si lo enfrentamos, debemos aceptar que tal vez nos disolvamos en su calor, pero también que podría ser nuestro puente hacia lo infinito.
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